Si estás buscando entrenador, preparador físico o quien te ponga en forma y no sabes qué criterios tener en cuenta para decidir, ni por dónde empezar aquí tienes algunas claves que no fallan.
Siguiendo estos consejos identificarás sin duda aquellos que se autodenominan preparadores pero en realidad se les da mejor entrenar cualquier cosa menos personas, presumen de saber y carecen de formación alguna o dicen “llevar toda la vida” y en realidad solo saben lo que otros preparadores han experimentado con ellos.
- Pregunta o infórmate sobre su formación, si de verdad la tiene no se opondrá a explicártela incluso la tendrá publicada en redes sociales, página web… y será pública.
- Investiga sobre su experiencia, si la tiene tampoco tendrá problema en explicar donde ha trabajado, con quién y qué llevaba a cabo exactamente.
- Muchos de estos pseudo-entrenadores únicamente tienen un par de dietas y entrenos y las generalizan a todos los clientes sin tener en cuenta su metabolismo, edad, objetivo, etc.
- Te propone dietas con las que te recomienda no hacer una analítica ya que “forma parte de un proceso” “más adelante ya comerás de todo pero ahora no” “hay que pasar por esta etapa”.
- Cuando le preguntas a tu entrenador una duda su respuesta es: “porque tiene que ser así”, “porque lo digo yo” “tu hazlo así que yo sé lo que me digo”
- Escapa de un entrenador si te recomienda cremas o fajas con el objetivo de quemar grasa localizada.
- Te propone utilizar anabólicos cuando llevas 4 días entrenando, sin antes crear una buena base de forma natural.
- Sospecha si un entrenador te recomienda la lectura únicamente de artículos y libros que solamente refuercen sus estúpidas opiniones.
Un buen preparador no solo te guía bien sino que cuida tu salud, elabora una dieta y entrenamiento saludable únicamente para ti y se preocupa por el progreso, te apoya en los momentos difíciles y va contigo hasta el final no lo olvides.