Sois muchos los que acudís a la consulta preguntándome cuál es vuestro peso ideal. Algunos habéis caído ya en manos de quienes se limitan únicamente a calcular el IMC (Indice de Masa Corporal, también conocido como Indice de Quetelet) para calcularlo, gran error.
Hasta la fecha ha sido un método muy popular para conocer si una persona tiene sobrepeso, o debe aumentar unos kilos, pero los resultados de este índice [se calcula dividiendo el peso de la persona (en kilogramos), entre la estatura (en metros) elevada al cuadrado] no son totalmente fiables.
Cada persona es diferente, dependiendo de nuestro estilo de vida, complexión física… Tengamos en cuenta una persona que tiene un aumento considerable de masa muscular debido al deporte que practica, su IMC indicaría que tiene exceso de grasa corporal cuando no es cierto. Por el contrario podría subestimar grasa corporal en personas mayores que hayan perdido músculo. Un estudio que ha llevado a cabo la Universidad de Navarra analizando a 6000 personas, revela que el 29% de las personas con un IMC dentro de lo normal deberían ser consideradas obesas si se atiende a la cantidad de grasa corporal que presentan, mientras que el 80% de las que según este índice tienen sobrepeso, en realidad son obesas. Según estos investigadores: «Utilizar el IMC para clasificar a las personas según su peso incluye una elevada tasa de error a la hora de diagnosticar a personas obesas, porque no tiene en cuenta el porcentaje de grasa corporal, que es en realidad el factor que condiciona la normalidad, el sobrepeso o la obesidad de un individuo.»
Por lo tanto, ahora ya sabemos que no debemos dar tanta importancia al IMC, este dato no es realmente fiable, sino un indicador que puede utilizarse en personas de complexión normal, pero que para hacer un trabajo profesional hay que fijarse en otras variables únicas en cada persona.