Necesitaba dedicar un artículo a concienciar aquellas personas diabéticas a que practiquen deporte y coman bien dado los beneficios que el ejercicio y la alimentación conlleva sobre la diabetes. ¿Sabes cómo hacerlo? Te lo voy a poner un poco más fácil.
La diabetes es un trastorno metabólico en cómo el páncreas produce o cómo el cuerpo utiliza la insulina, ésta es necesaria para mover el azúcar de la sangre a las células. Cuando se sufre de diabetes el azúcar de la sangre no entra en las células y no puede ser almacenado para obtener posteriormente energía. Por ello, se acumulan niveles anormales en sangre. Es cierto que los antecedentes familiares y los genes juegan un papel importante, pero también lo hacen una escasa practica de actividad física y una mala alimentación o el exceso de peso.
En primer lugar vamos a tener en cuenta tres parámetros generales:
- Debemos hacer un control de la glucemia (existen pequeños y baratos dispositivos para ello) antes, durante y después del ejercicio.
- Evitar inyectar insulina en zonas que vayan a ser requeridas para realizar el ejercicio.
- Tener a mano una fuente de hidratos de carbono de absorción rápida o bebida azucarada.
RESPECTO A LA DIETA
Es imprescindible caminar de la mano de un nutricionista para saber qué cantidades de grasa, proteína e hidratos de carbono necesita un diabético en su dieta, pudiendo llegar en muchas ocasiones a dejar de tomar la medicación al perder peso. Debes conocer cuántos carbohidratos consumes en cada comida, para saber qué cantidad de insulina debes tomar para controlar el nivel de azúcar en sangre. Además debes conocer los otros dos nutrientes principales, la proteína y la grasa, que también tienen efecto sobre los niveles de glucosa aunque no de manera tan directa. Tiene que existir un equilibrio entre la ingesta de hidratos de carbono, insulina y actividad física, ten en cuenta que el consumo de carbohidratos aumenta el nivel de azúcar y el ejercicio por lo general lo disminuye.
Disminuir el consumo de azúcar es fundamental, pero presta también atención a otro tipo de alimentos que contienen harinas refinadas que pasan a la sangre casi tan rápidamente como él, por lo que también son poco recomendables, en su lugar selecciona aquellos menos refinados que se digieren más lentamente provocando menor efecto sobre los valores de glucosa. También debes comer 5 o 6 veces al día, repartiendo la alimentación en más tomas consigues mantener constantes los niveles de glucosa, además de moderar el apetito.
RESPECTO AL EJERCICIO
El ejercicio además de ayudar a bajar el nivel de azúcar mejorando la resistencia a la insulina, quema el exceso de grasa ayudando a controlar el peso, mejora el flujo sanguíneo y baja la tensión. Uno de los principales objetivos es estimular las fibras musculares, dotándolas de mayor capacidad para transportar glucosa al interior de las células. Estas mejoras pueden durar entre 12 y 24 horas después de haber hecho un ejercicio a intensidad moderada durante aproximadamente más de 30 minutos, por ello es recomendable hacer ejercicio a diario o como poco en días alternos para aprovechar al máximo sus beneficios.
Como siempre insisto, cada persona es diferente, pero en términos generales es mejor realizar cualquier tipo de ejercicio aeróbico que utilice varios grupos musculares (caminar, correr, nadar, ciclismo, patinar…), a una intensidad entre un 60 y 70% de la frecuencia cardíaca máxima.
Ahora ya lo sabes, el remedio está en tus manos, es suficiente con ser consciente de la importancia de mantener una correcta alimentación y practicar ejercicio de forma habitual.