Ya sea en el entrenamiento con pesas, remo, o cualquier otra actividad física donde utilicemos las manos como medio de agarre, la piel de la palma de la manos sufre, y en muchas ocasiones se producen daños en forma de callos, ampollas o heridas que a veces pueden resultar dolorosas e incluso llegar a impedir que sigamos progresando, ¿o acaso nunca has tenido que detenerte en medio de una serie por daño en tus palmas? Y eso sin hablar de la parte estética, unas manos llenas de callos no son nada bonitas.
Hoy os traemos una serie de consejos para que mantengáis vuestras manos siempre al 100%, y las recuperéis si es que ya llegamos tarde.
Si queremos tener las manos bien, lo mejor que podemos hacer es cuidarlas antes de que ya sea tarde. Unas manos en perfecto estado deberían estar perfectamente lisas, sin bultos ni asperezas de ningún tipo. Si en tus manos no hay callos, no habrá nada que te haga daño en la barra cuando hagas dominadas.
Si ya tienes algún callo en tus manos, puedes probar con piedra pómez o un cortacallos, y para los más valientes, una herramienta multiusos como la mítica «Dremel» es (de lejos) lo más eficiente. CON MUCHO CUIDADO, usando la lima que viene incorporada y empezando en la mínima velocidad, iremos subiéndola a medida que vayamos ganando confianza.
Formas de prevenir los daños durante el entrenamiento
Magnesio: Es un arma de doble filo. Pequeñas cantidades ayudan a mantener las manos secas y favorecen el agarre, por lo que es una buena opción en cuanto a la prevención de callos, pero ¡ojo! porque si usas demasiada conseguirás todo lo contrario, el exceso creará más fricción y también te acabará haciendo daño. Se prudente y compensa el uso del magnesio con una toalla para secarse las manos entre las series.
Agarre: Párate un momento y piensa en cómo agarras la barra o las mancuernas, ¿la agarras más con la palma de la mano o con los dedos? y ahora piensa, ¿estás empujando o sujetando la barra? Evidentemente la estás sujetando, por lo que tanto la barra como las mancuernas deberían descansar más sobre la primera falange que sobre la palma.
Guantes o agarres de palma: Tremendamente útiles para evitar los callos, pero tómate tu tiempo para ajustarlos bien, ya que si no están bien colocados ellos mismos te pueden hacer daño.
Ten una cosa en mente: Es cuestión de tiempo. Puedes sentir más o menos dolor, entrenar más o menos duro, pero si entrenas con pesas, tarde o temprano te acabará saliendo alguna aspereza o callo, por eso se paciente y cuida tus manos.
¿Que pasa si te haces una herida?
- Lávate inmediatamente: Si llegas a sangrar, lávate las manos lo antes posible con agua y jabón. El material del gimnasio, por muy limpio que se mantenga, pasa por muchas manos sudadas, con las infecciones que ello conlleva.
- Si se te rompe una ampolla, corta con unas tijeras la piel muerta. Si no es muy grande puedes dejarla para mantener la piel que está debajo protegida.
- Véndate la herida en cuanto puedas, y mantenla húmeda, es la clave para una curación rápida y minimizar el dolor.
- Un truco que utilizan muchos gimnastas en estos casos es dormir con guantes o bolsas de plástico por la noche. Esto mantiene las manos hidratadas y evita que manches la cama.
Recuerda, la mejor opción siempre es prevenir: Cuida tus manos, mantenlas con los menos callos posibles, no aprietes las barras con demasiada fuerza, y usa guantes siempre que puedas.