La leptina juega un papel fundamental en el gasto de energía, el hambre y el metabolismo. Esta hormona, descubierta en 1994 por Jeffrey M. Friedman se genera principalmente en el tejido adiposo (células grasas) y sus niveles en el cuerpo son proporcionales a la cantidad de grasa que tenemos.
Saber cómo funcionan las hormonas es algo fundamental para un nutricionista, pero hoy quiero haceros algo más partícipes en el tema. Digamos que la leptina (en parte junto con la insulina) es el mecanismo natural que tiene el cuerpo para controlar el peso.
- Si aumentan los niveles de leptina disminuye el apetito
- Si descienden los niveles de leptina aumenta el apetito.
Esta hormona regula la velocidad de destrucción del tejido adiposo, cuando tenemos poca leptina, el cerebro, concretamente el hipotálamo entiende que no hay mucha energía y frena el metabolismo. La resistencia a la leptina se produce cuando esta no llega al cerebro, por lo tanto “no sabrá” cuanto has comido y cuando debes parar de comer.
¿Cómo saber si tienes resistencia a la leptina?
- Si eres obeso.
- Si tienes muchas ganas de hidratos de carbono tipo arroz, patatas, frutas o harinas especialmente por la noche.
- Si en una analítica, la R.T3 sale alta.
- Etc.
¿Qué debes hacer?
- Centrarte más en cómo y qué alimentos comes.
- Vigila tu consumo de azúcares, especialmente fructosa.
- Desayunar a los 20-30 minutos de despertarte un desayuno que contenga la cantidad necesaria de proteína.
- Si tienes más de 10-15 kg de sobre peso debes limitar la ingesta de hidratos de carbono. Sobre todo de patatas y arroz.
- Realiza 5 comidas, pero no piques más entre horas, debes aprender a utilizar la grasa como combustible.
Sentirás que has mejorado porque perderás peso o mejor dicho volumen corporal, podrás mejorar cambios de humor o calidad de sueño, no tendrás hambre a todas horas y despertarás más descansado/a.
Te lo explicaré de una manera sencilla, si sigues una dieta muy estricta o tienes un enorme déficit calórico (dietas milagro), a partir de 7-10 días tu cuerpo solo percibe que tiene mucha hambre, para conservar la grasa que tiene baja su metabolismo y disminuye la leptina que circula por tu cuerpo, con lo que te estancarás y no perderás más peso. (Además de recuperar incluso más del que hayas perdido).
Si todo funciona correctamente, el cerebro sabrá cuando deja de sentir hambre y por tanto cuando debe parar de comer y quemar la grasa extra. Puedes pensar que si a mayor cantidad de tejido adiposo mayores niveles de leptina, los obesos no tendrían apetito, sin embargo estas personas pese a tener gran cantidad de leptina también se considera que son resistentes a ella.
Ahora ya sabes un poco más sobre esta hormona tan importante, conocer cómo funciona tu cuerpo es imprescindible para aprender a cuidarte.